Por: El Dueño del Rancho
240403
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Para Alma es “consternante”, para Diego es “condenable”, para el Municipio es “lamentable”, a AMLO le “duele”, a Javier le “indigna”, a Osvaldo lo “entristece”, a Vero la “conmociona”, para Mauricio es un “dolor extremo”, para Riba merece exigir garantías, para Chelis es “irreparable”, para Yulma refleja inseguridad, Xóchitl se conduele, ni a Claudia ni a Máynez les motivó un post…
La clase política reaccionó ante el artero asesinato de Gisela Gaytán, quien es el número 26 de los atentados fatales contra candidatos a algún cargo de elección popular en el proceso mexicano del 2024.
En señal de luto, la inmensa mayoría de los candidatos locales suspendieron sus campañas de proselitismo y guardaron silencio para no sacar “raja política” del atentado contra la candidata morenista en Celaya.
Pero solo bastaron horas para que el propio Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) lucrara con la vida y muerte de su compañera Gaytán Gutiérrez.
Lejos de hacer un clamor válido de justicia para los familiares de Gisela, los mismos líderes morenistas en el estado de Guanajuato: Ricardo Sheffield y Alma Alcaraz comenzaron a culpar a las autoridades y le “lavaron las manos” a los sicarios que le arrebataron la vida a su correligionaria.
De la misma manera, el dirigente del PAN estatal, Eduardo López Mares, también se dedicó a culpar públicamente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por sostener su política de «abrazos y no balazos».
El hambre de Poder y la falta de escrúpulos fue, es y seguirá siendo la tónica de los políticos quienes, con tal de obtener la victoria electoral, utilizan lo que sea, incluida la vida y muerte de alguien, para lograr sus fines.
Hay unos que “tienen las manos manchadas de sangre”… esos reciben reclamos públicos y tarde o temprano enfrentarán la justicia.
Hay otros que tienen la boca “llena de mierda”… esos provocan el hartazgo de la gente y no reciben votos.
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