PUEBLO CHICO… El Pueblo ¡QUITA!

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Por: El Dueño del Rancho

240424

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Desde siempre, los ciudadanos que decidimos salir a votar buscamos elegir a quien expresa su compromiso para dar lo mejor de sí para atender las necesidades sociales.

 

Desde que tengo memoria, la prioridad social es combatir la inseguridad.

 

En estos tiempos de campaña, todos los candidatos prometen “coordinación”, “más y mejores policías” y hasta “rehacer el tejido social”… saliva al por mayor.

 

Otros más cautos ya en el Poder, solo lamentan los hechos y dicen que seguirán trabajando para evitar que ocurran más hechos violentos. Más saliva estéril.

 

Sin embargo, en las mismas proporciones que sube la agresividad y la violencia al ahora atacar arteramente a los policías y recientemente llevar la inseguridad a hechos terroristas como atentar directamente contra paramédicos. Hoy en día, los matan y los calcinan.

 

Esto es uno de los niveles más graves vividos por todos; no obstante, en las mismas proporciones se genera insensibilidad social pero sobre todo de nuestras autoridades responsables y obligadas por Ley a protegernos.

 

En un hecho insólito, por el grado de indignación y repudio generalizados, nuestra máxima autoridad cívica: el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, reaccionó con una indolencia que sorprendió hasta a sus más allegados porristas.

 

Ante los cuestionamientos en su mañanera sobre estos actos terroristas y violentos en el corredor industrial de Guanajuato (Celaya, Salamanca, Irapuato y León), AMLO se dijo harto del tema, desestimó las preguntas y se burló abiertamente de estos hechos y sus víctimas al declarar abiertamente: “que vayan los de LatinUs o los de Derechos Humanos”.

 

Esta mofa de López Obrador rayó en la ofensa como nunca antes, denostó la indiferencia que le significa la pérdida de vidas humanas a causa de hechos de violencia. Su afán de “dejar arder Guanajuato” para sacar raja política y alimentar su discurso de que aquí urge que gobierne Morena.

 

En lugar de mostrar todo su peso en el Poder o mínimamente ser empático con las víctimas o utilizar una respuesta “del librito” y lamentar estas muertes, prefirió referir que los paramédicos asesinados y calcinados, que los policías y agentes de tránsito abatidos, que los civiles muertos al ser “objetivos” o “daños colaterales” también son un montaje por parte del medio de comunicación LatinUs (encabezado por Carlos Loret de Mola), como lo supuso cuando un grupo de hombres encapuchados interceptaron a Claudia Sheinbaum en Chiapas para exigirle respuestas para su comunidad.

 

En hechos tan dolorosos y que dejan tan vulnerable a la población, lo que se espera es que el Estado saque el pecho y responda con contundencia, con verdaderos resultados y acabe de tajo el mal que hostiga a diario a los ciudadanos, policías, socorristas y políticos… pero no, lo único que hemos recibido es indiferencia y burla.

 

La gente no es tan vil como para desearle que a Andrés Manuel le pase lo mismo y sufra en carne propia la crudeza de la violencia. Tampoco que sus familiares sean “víctimas colaterales” de la inseguridad. Tampoco que él y sus hijos pierdan la libertad de salir a las calles con miedo de ser “levantados”, asaltados o queden en medio de una balacera motivada por razones criminales.

 

No, los ciudadanos no somos así, no somos indolentes, no somos indiferentes, no somos vengativos ni rencorosos, ni mucho menos pendejos… lo que sí es que somos críticos, analistas y seguimos construyendo nuestra sociedad, ya sea con o a pesar de su Gobierno.

 

A los políticos como AMLO se les olvida que llegaron a sus posiciones de privilegio gracias al voto de la gente… se les olvida eso, se les olvida que juraron cumplir y hacer cumplir la Ley, se les olvida el reclamo popular, se les olvida que sus omisiones cuestan vidas, se les olvida que su indolencia duele más, se les olvida que sus actitudes de venganza, hartazgo y burlas descaradas no hacen más que romper la esperanza que tanto pregonan… Yo no quiero seguir en esta inercia.

 

Ahora sí que, como dicen en su rancho: El Pueblo pone y el Pueblo QUITA.

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