Por: El Dueño del Rancho
240411
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En el ambiente político de San Miguel de Allende había “tensa calma”, luego de varios hechos violentos, principalmente en el municipio vecino de Celaya, con el artero asesinato de Gisela Gaytán.
Sin embargo, este miércoles nos enteramos que la casa particular del candidato independiente, Raúl Ramírez Riba, fue agredida a pedradas en lo que él calificó como un “ataque intimidatorio”.
A lo mejor no son balas, pero es un hecho que a Riba le dio miedo este acto represivo que él relaciona con la difusión de su video de parodia política “Los Dinos del PRIAN”.
Es completamente válido que a Riba le de miedo, pero tal agresión vandálica es reflejo de que alguien más tiene miedo de que él llegue al Poder y no por ser Riba sino por ser un candidato independiente con una campaña en crecimiento.
Otro que de verdad tiene miedo es Osvaldo García, el “Doc”, quien no solo tiene miedo de perder la elección por el casi nulo apoyo interno que tiene en Morena, sino también tiene miedo que la gente le sigue reprochando que sea un “chapulín” político al ser un panista que brincó al PRI y después al partido morenista, para arrebatarle la candidatura de última hora al ya cantado candidato Ricardo Ferro… él sí debe tener miedo, pero inclusive prefiere hacerle al valiente al asegurar que él no requiere guaruras para hacer su campaña y que si tiene es porque se los mandan, no porque él los pida.
Obviamente, Mauricio Trejo ha de tener miedo de que su proyecto de reelección no llegue a buen puerto y que toda la simpatía ciudadana que se refleja en sus redes sociales sea insuficiente para refrendar sus triunfos en 2012 y 2021.
Si se habla de miedo, Vero Agundis ha de tener mucho miedo y no solo por las fracturas internas del PAN que ya se notan en el poco arrastre social que trae en sus visitas a colonias y comunidades… su verdadero miedo es que los hermanos Villarreal, Luis Alberto y Ricardo, la estén utilizando como títere portavoz de sus pleitos históricos y la saquen de “su línea política” como mujer de política, con altura de miras y con una bandera de respeto hacia sus adversarios.
Aunque pareciera irrelevante, la que ya de plano demostró su miedo es la candidata del PT, Lupita Serrato, quien todavía no pasas nada con su campaña y ya se bajó del próximo debate del martes por la noche… Seguro su falta de proyecto de gobierno y nulas propuestas le bastaron para no ser exhibida en el único foro en el que los sanmiguelenses pudieran interesarse en escucharla.
Cada uno tiene sus miedos, fundados o imaginarios, pero ninguno se compara con el miedo a perder el control de la ciudad, a perder a un familiar o perder hasta la vida.
A diferencia de la política en San Miguel, las cosas en Celaya están a otro nivel, donde Javier Mendoza se la va a volver a rifar para seguir como Presidente Municipal, pese a que él ya sufrió la pérdida de su hijo “Pirri” a manos de la delincuencia organizada. Claro que debe tener miedo pero sigue firme en su causa.
De igual manera, el nuevo candidato de Morena, Juan Miguel Ramírez, también ha de tener miedo ya que está sustituyendo a Gisela Gaytán, a quien mataron arteramente en la comunidad San Miguel Octopan apenas hace una semana. En este caso, también ha de tener miedo porque a su yerno lo mató el crimen organizado y porque su hija y nietos quieren salir del territorio celayense al sentirse vulnerables con la candidatura del también ex rector del campus celayense de la UG.
En este entorno, pareciera que el mayor de los miedos lo tienen los policías de Celaya, quienes han estado “bajo fuego” desde hace años y el caso más reciente fue apenas ayer cuando un elemento más perdió la vida a manos de un ataque armado al llegar a su domicilio en Villagrán. No obstante, se ha dicho y reconocido públicamente que los ataques a los policías celayenses son a raíz de sus acciones efectivas contra la delincuencia organizada. A ellos, el miedo no los detiene y sigue de frente.
Ahora si que, como dicen en mi rancho: Hay de miedos a miedos.
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