PUEBLO CHICO… Chana vs. Juana

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Por: El Dueño del Rancho

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¿Es lo mismo aparecer borracho en un vídeo viral que ser parte fundamental de una red de tráfico de influencias para generar el enriquecimiento ilícito de los amigos?

 

Se dice que “los papás hacemos todo por nuestros hijos” y este pensamiento es políticamente correcto, que denota generosidad maternal arraigada culturalmente entre los mexicanos de generaciones adultas.

 

También hay una máxima que dice: “te puedo ayudar en todo, menos en lo que a ti te toca”. Creo que concuerdo más con este último, ya que promueve que cada persona se haga responsable de sus propias acciones.

 

Estas reflexiones hacen notoria la diferencia en el actuar entre las madres Xóchitl Gálvez y Beatriz Gutiérrez Müller, quienes salieron en defensa de sus hijos y abogar por ellos ante el linchamiento público por sus actos.

 

Por un lado, la ingeniera y candidata por el PAN, PRI y PRD a Presidenta de México hace tiempo reconoció públicamente que su hijo Juan Pablo tenía problemas con el alcohol y que inclusive ella misma tenía que ir a sacarlo de los antros que estaban ”fuera de horario” que ella misma impuso en la alcaldía Miguel Hidalgo.

 

En estos días, se viralizó un video donde aparece nuevamente su hijo en aparente estado de ebriedad e insultando a las autoridades. Estos hechos que ocurrieron hace más de un año, pero que se hicieron públicos al filtrarse “anónimamente” durante el proceso electoral, le costaron salir del equipo de campaña de su madre y pedir disculpas públicas por su comportamiento.

 

Por el otro, la escritura y esposa del Presidente de México salió en defensa del hijo de Xóchitl al decir que la “guerra sucia” de la política debe dejar fuera a los familiares de los actores políticos, principalmente en tiempos electorales.

 

Este gesto de civilidad política y “altura de miras” fue respondido por Gálvez Ruiz con gratitud por ser solidario, empatía maternal y sororidad.

 

Sin embargo, dicen que “Piensa mal y acertarás”, porque más que mostrar apoyo al hijo de Xóchitl fue para exculpar a los propios: Gonzalo, Andrés y José Ramón, quienes han sido señalados como orquestadores de una red de corrupción de la que ellos han beneficiado a sus amigos cercanos con una serie de contratos millonarios para la construcción del Tren Maya.

 

Parece que la intención de una aparente respuesta solidaria de Beatriz con su némesis política tiene un trasfondo que busca evitar que la opinión pública debe de hablar de sus hijos y sus vínculos delictivos.

 

Simplemente no se la compro a la Primera Dama, porque en Política la forma es fondo y todo comunica… 

 

En este ocasión, Xóchitl tuvo más “altura de miras” al abstenerse y dejar que su hijo mayor de edad enfrentara las consecuencias de sus actos; mientras que Beatriz quiso hacer una coyuntura fallida en la que “sacó el cobre” al generar un post de “lobo con piel de oveja”.

 

En términos labores (y en el código penal) no es lo mismo una falta administrativa por Estado de ebriedad en vida pública e insultos a la autoridad que una pena carcelaria por una estafa millonaria a través de contratos sin licitación pública, mediante tráfico de influencias y bajo el amparo (y fuero colateral) que le brinda su papá desde la silla presidencial.

 

Como dicen en mi rancho: No es lo mismo Chana que Juana.

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